Dar es Salaam, 5 de diciembre – La policía de Tanzania dijo el viernes que las protestas a nivel nacional previstas para la próxima semana serían ilegales, preparando el terreno para posibles nuevos enfrentamientos tras el derramamiento de sangre durante las protestas por las elecciones del mes pasado.

El presidente Samia Suluhu Hassan fue declarado ganador aplastante de las elecciones de octubre después de derrocar a sus principales rivales, lo que provocó protestas que fueron alimentadas en parte por manifestantes que pedían una represión generalizada contra la disidencia.

Grupos de derechos humanos, la oposición y las Naciones Unidas dicen que cientos de personas han muerto en enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad. El gobierno niega haber tomado medidas enérgicas contra la disidencia y cuestiona estas cifras por considerarlas exageradas.

El portavoz de la policía, David Missim, dijo que aún no habían recibido ninguna notificación oficial de nadie que tuviera la intención de protestar después de circular publicaciones en las redes sociales llamando a protestas el 9 de diciembre.

“Las fuerzas policiales están prohibiendo estas manifestaciones, que han sido denominadas ‘protestas pacíficas ilimitadas'”, dijo en un comunicado.

Misim dijo que quienes agitaban la protesta pidieron a los participantes confiscar propiedades, interrumpir los servicios hospitalarios y permanecer en las calles indefinidamente para paralizar la actividad económica, entre otras cosas.

El miércoles, un grupo de expertos en derechos humanos de la ONU pidió a las autoridades y fuerzas de seguridad de Tanzania que protejan el derecho de reunión de la gente y prevengan nuevas violaciones antes de las protestas planificadas.

Hassan prometió investigar la violencia electoral y ofreció sus condolencias a las familias afligidas, en su reconocimiento público de la agitación, que ha llevado a la mayor crisis política del país en décadas.

“Escuchamos que se ha elaborado otro plan… cuando vengan, estaremos listos”, dijo Hassan en una reunión de ancianos en Dar es Salaam el martes, refiriéndose a las protestas planeadas.

Estados Unidos dijo el jueves que estaba revisando su relación con Tanzania por preocupaciones sobre la libertad religiosa, la libertad de expresión, las restricciones a las inversiones estadounidenses y la violencia contra civiles.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Tanzania dijo el viernes que había tomado nota en declaraciones separadas de las preocupaciones de la delegación de la Unión Europea, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y varios países, incluidos Estados Unidos, Ghana, Bélgica, Canadá y Dinamarca.

“Tanzania está comprometida con una cooperación internacional constructiva para la paz y el desarrollo y pide respetuosamente a todas las partes interesadas que permitan procesos nacionales para implementar los pasos y medidas tomadas por el gobierno”, dijo en un comunicado. Reuters

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