Fuertes tormentas e inundaciones azotaron nuestra región. En Indonesia, Filipinas, Vietnam y los reinos de Malasia y el sur de Tailandia, carreteras y muchas casas están ahora bajo el agua, desplazando a miles de personas. Los gobiernos nacionales deben responder con urgencia y eficacia a estas situaciones de tragedia humanitaria, o arriesgarse a la indignación pública.

Sin embargo, si bien los horrores del desastre son inmediatos, las circunstancias trágicas también se conectan con lo que de otro modo podrían parecer preocupaciones lejanas para el futuro. Destacan la recién concluida reunión internacional sobre el clima COP30 Al otro lado del planeta, Belém, Brasil. Los peligros de los impactos climáticos son reales y presentes, y apuntan a un futuro en el que los desastres naturales pueden empeorar y ser más frecuentes.

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