LA HAYA, 9 de diciembre – Jueces de la Corte Penal Internacional sentenciaron el martes a un líder de la milicia Janjaweed a 20 años de prisión por atrocidades cometidas en la región de Darfur en Sudán, incluida la muerte a golpes con hachas a prisioneros.
Ali Muhammad Ali Abd-al-Rahman, también conocido como Ali Kushayb, fue declarado culpable de 27 crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, incluidos asesinato, tortura y violaciones organizadas y otras atrocidades cometidas por la milicia Janjaweed hace más de 20 años.
Al sentenciarlos, los jurados rechazaron los argumentos de la defensa de que Abd-al-Rahman tenía autoridad limitada y expresaron simpatía por las víctimas.
“Abd-al-Rahman no sólo dio las órdenes que condujeron directamente a los crímenes, sino que Mukzar y Delig cometieron personalmente algunos de ellos, utilizando el hacha que llevaba para golpear a los prisioneros”, dijo la presidenta del Tribunal Supremo, Joanna Corner.
La Sala de Primera Instancia impuso una sentencia combinada de 20 años, una pena que probablemente significaría que el hombre de 76 años moriría en prisión.
Los fiscales solicitaron cadena perpetua y describieron a Abd-al-Rahman como un asesino con hacha y un criminal de abuso apasionado, enérgico y eficiente por matar a dos reclusos en la comisaría.
Su defensa argumentó que fue víctima de un error de identidad y dijo que cualquier condena superior a siete años equivaldría de facto a cadena perpetua, en función de su edad.
Tanto la fiscalía como la defensa podrían apelar la condena y la sentencia, pero ambas partes dijeron que estudiarían los veredictos antes de tomar una decisión.
El fallo pone fin al primer juicio de la CPI sobre el conflicto de Darfur, que comenzó en 2003, cuando rebeldes en su mayoría no árabes tomaron las armas contra el gobierno de Sudán, acusándolo de marginar a la remota región occidental.
En respuesta, el entonces gobierno de Sudán movilizó a milicias árabes conocidas como Janjaweed para sofocar la rebelión, lo que desató una violencia que Estados Unidos y grupos de derechos humanos calificaron de genocidio.
El Consejo de Seguridad de la ONU remitió el caso a la CPI en 2005. Se creó un tribunal con sede en La Haya para juzgar delitos graves cuando los tribunales locales fallaron.
En 2023 estallaron nuevos enfrentamientos en Darfur y en todo Sudán entre el ejército y la paramilitar Fuerza de Apoyo Rápido, considerada ampliamente como la sucesora de los Janjaweed.
La guerra en Darfur, particularmente en la ciudad de al-Fashir, ha desatado una ola de asesinatos por motivos étnicos y ha provocado desplazamientos masivos. Reuters


















