GINEBRA/BUZUMBURA, 19 de diciembre – El conflicto en el Congo hizo que 84.000 refugiados huyeran al vecino Burundi este mes en la segunda gran afluencia este año, abrumando la capacidad del país para responder, dijo el viernes la agencia de refugiados de la ONU.
En junio se firmó un acuerdo de paz mediado por Estados Unidos entre la República Democrática del Congo y Ruanda, pero los combates continúan alrededor de la ciudad oriental de Uvira entre los rebeldes del M23 respaldados por Ruanda y el ejército congoleño.
Ruanda niega apoyar al M23 y culpa a las fuerzas congoleñas y burundesas por la reanudación de los combates. Un informe de expertos de la ONU de julio evaluó que Ruanda ejercía mando y control sobre los rebeldes.
“Miles de personas que cruzan fronteras a pie y en barco cada día han desbordado los recursos locales, creando una emergencia humanitaria importante que requiere apoyo global inmediato”, dijo ACNUR en un comunicado.
Brigitte Mukanga-Ino, representante de ACNUR en Burundi, dijo a los periodistas en Ginebra que a pesar de las promesas de retirar el M23, todos los días llegaban barcos llenos de refugiados de la zona afectada de Kivu del Sur, alrededor de Uvira, a través del lago Tanganica.
Algunos de los barcos están en malas condiciones, dijo, y uno volcó esta semana, ahogando a sus ocupantes.
Describió las condiciones inadecuadas en los campos de Burundi, con largas colas para obtener suministros limitados de alimentos y agua y malas condiciones sanitarias que provocaron brotes de cólera.
Mapendo Malahaba, una refugiada de 50 años y madre de siete hijos en el centro de recepción de refugiados de Gatumba en Burundi, dijo a Reuters la semana pasada que fue separada de sus hijos cuando huyó.
Otro refugiado llamado Anjuruni en el mismo centro se quejó de la falta de recursos y de la defecación al aire libre en las cercanías.
“No tenemos agua potable ni baños. La población está sufriendo… es un desastre”, afirmó.
Burundi, uno de los países más pobres del mundo, ha lanzado un llamamiento para recaudar 35 millones de dólares para ayudar a satisfacer las necesidades inmediatas, dijo Mukanga-Eno del ACNUR, pero muchos donantes internacionales no están seguros de si la ayuda se recortará rápidamente este año.
“Realmente esperamos que con el llamamiento urgente haya alguna respuesta lo antes posible, para que la situación no vaya de mal en peor”, afirmó.
A principios de este año, el mismo conflicto en el Congo provocó que 70.000 personas huyeran a Burundi en lo que entonces fue la mayor afluencia en décadas, y sólo la mitad de ellas regresaron, dijo ACNUR. Reuters


















