LONDRES – Gran Bretaña se enorgullece de ser una nación amante de los perros, pero hay una práctica cruel que el gobierno quiere erradicar: las granjas de cachorros.
El 21 de diciembre, la administración laborista anunció amplias reformas diseñadas para mejorar el bienestar de las mascotas y otros animales del país.
Esto incluye poner fin a la llamada cría de cachorros, donde se crían perros en grandes cantidades en condiciones de hacinamiento, principalmente con fines de lucro.
“Estas prácticas inhumanas a menudo provocan que los cachorros sufran problemas de salud a largo plazo”, afirmó el Ministerio de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales en un comunicado.
Según la organización benéfica veterinaria PDSA, habrá alrededor de 10,6 millones de perros en el Reino Unido en 2024, de una población de alrededor de 69 millones.
La cría de perros está regulada: en Inglaterra, cualquier persona que críe y venda tres o más camadas de cachorros en un año debe tener una licencia por ley.
Es difícil estimar el número de granjas de cachorros en Gran Bretaña porque en su mayoría no tienen licencia y operan en la sombra, dicen organizaciones benéficas de derechos de los animales.
La Asociación Veterinaria Británica estima que casi uno de cada cuatro dueños de mascotas, o 5 millones de personas, admiten no haber realizado ninguna investigación antes de comprar un animal.
A las organizaciones benéficas les preocupa que esto signifique que la gente está comprando, sin saberlo, al mejor amigo del hombre en granjas de cachorros, donde, según dicen, los cachorros suelen ser arrebatados a sus madres a una edad muy temprana.
Sonul Badiani-Hament, directora nacional de la organización de bienestar animal Four Paws, dijo en un comunicado que “abordar el flagelo de la cría de cachorros” podría ayudar al gobierno a “reducir significativamente el sufrimiento de los animales en el Reino Unido”.
Los planes incluyen la consideración de nuevas licencias para organizaciones de rescate y rehabilitación y una posible prohibición de collares de descargas eléctricas para mascotas.
Las propuestas, parte de la estrategia de bienestar animal del gobierno, que espera implementar para fines de 2030, llegan después de que aprobara una ley a principios de diciembre para detener el tráfico de cachorros.
La ley limita los comerciantes de mascotas a cinco animales por vehículo y prohíbe la importación de gatos y perros menores de seis meses de edad.
Los nuevos planes también buscan prohibir la caza en senderos, que sigue siendo legal desde que se prohibió la caza del zorro en 2004.
Simula una caza tradicional del zorro y sigue olores de animales preestablecidos, como la orina de zorro, con perros mientras un equipo de cazadores a caballo sigue a la manada.
El gobierno ha dicho que cree que la práctica se utiliza como una “cortina de humo” para perseguir y matar animales salvajes. AFP


















