NUEVA YORK – En un mundo diferente, un vehículo eléctrico sería un automóvil más. Pero en el clima hiperpartidista actual, los automóviles impulsados por baterías transportan no sólo pasajeros, sino también equipaje político y cultural.
Los partidarios pueden ver a los autos eléctricos como héroes, que ayudan a detener el cambio climático o hacen que los fabricantes de automóviles estadounidenses sean más competitivos en todo el mundo. Pero otros ven la mano dura del gobierno, lo que obliga a los consumidores a deshacerse de la gasolina, estén o no preparados.
