Carla Bruni lució más joven que nunca en el desfile de la colección primavera/verano 2025 de Saint Laurent para mujer Semana de la moda de París el martes.
La ex supermodelo y primera dama francesa, de 56 años, lucía radiante mientras mostraba una tez suave mientras posaba para fotografías en el evento.
Carla lució una figura sexy al exhibir un traje color piel a través de una falda gris transparente, que resaltaba sus piernas largas y delgadas.
Completó su look con un abrigo de piel y realzó su altura con un par de altísimos tacones negros brillantes mientras posaba de forma espectacular.
Carla lució su cabello rojo en ondas sueltas y optó por un look de maquillaje discreto completado con un toque de labial rosa claro.
Carla Bruni lució más joven que nunca en el desfile de la colección primavera/verano 2025 de Saint Laurent para mujer durante la Semana de la Moda de París el martes.
Carla lució una figura sexy al exhibir un body color piel a través de una falda gris transparente, que resaltaba sus piernas largas y delgadas.
Esto ocurre después de que en julio Carla fuera acusada de delitos de corrupción que podrían llevarla a prisión.
Se presume que estuvo involucrada en una conspiración criminal para “blanquear” a su marido, el ex presidente Nicolas Sarkozy, de 69 años, por las acusaciones de que aceptó millones en efectivo del fallecido dictador libio Muammar Gaddafi.
En julio, después de que Bruni fuera interrogada por los jueces de instrucción, una fuente judicial en París dijo que estaba siendo procesada en relación con “manipulación de testigos y fraude en una banda organizada”.
Ambos delitos extremadamente graves se castigan con hasta 10 años de cárcel, y las penas pueden llegar hasta los 20 años si se añaden circunstancias agravantes como la pertenencia a una pandilla.
En particular, se acusa a Bruni de ser parte de una campaña de £4 millones denominada ‘Operación Salvar a Sarko’, un plan complejo e ilegal para tratar de mantener a Sarkozy, quien ya es un criminal convicto, fuera de la cárcel.
Bruni “fue puesta bajo supervisión judicial y se le prohibió contactar a todos los involucrados en el caso”, excepto a su marido, dijo la fuente a la agencia de noticias AFP.
Las condiciones de la fianza se mantendrán vigentes hasta que Bruni comparezca ante el tribunal penal.
No hubo ningún comentario inicial por parte de Bruni, quien ha estado cooperando con agentes de la Oficina Central de Lucha contra la Corrupción y los Infracciones Financieras y Fiscales de Francia.
Bruni es un amigo cercano de Mimi Marchand, una especialista en medios de comunicación francesa que ha sido puesta bajo investigación formal por “manipulación de testigos” y “corrupción criminal” en el mismo caso.
La ex supermodelo y primera dama francesa, de 56 años, lucía radiante mientras mostraba una tez suave mientras posaba para instantáneas en el evento.
Marchand, de 77 años y apodada “La Reina Paparazzi”, está acusada de pagar al ex traficante de armas franco-libanés Ziad Takieddine, de 74 años, para que abandonara un testamento jurado según el cual él había dispuesto que millones de dólares del coronel Gadafi fueran pagados a Sarkozy.
Durante una entrevista publicada en la revista Paris Match hace cuatro años, Takieddine se retractó de su afirmación de que se habían entregado maletas llenas de dinero en efectivo a los colegas de Sarkozy.
Se alega que el dinero fue utilizado para financiar la campaña electoral de 2007 que vio a Sarkozy ganar su único mandato como Presidente de Francia.
Sarkozy utilizó la entrevista de 2020 para afirmar falsamente que lo habían absuelto porque “la verdad había salido a la luz”.
Pero los fiscales dicen que Marchand –quien también niega haber actuado mal– ofreció incentivos a Takieddine para que cambiara su historia.
El caso que involucra a Bruni se llama “Operación Salvar a Sarko” y se desarrolla en paralelo al caso de financiación de Libia, en el que Sarkozy ya ha sido acusado.
Se dice que Takieddine, quien se encuentra actualmente en el Líbano, recibió el equivalente a 4 millones de libras esterlinas para “cambiar su historia”, según afirma la fiscalía.
Bruni ha negado continuamente cualquier implicación en la “Operación Salvar a Sarko”, afirmando que trata de evitar casos legales que involucren a su marido, que tiene dos condenas penales hasta la fecha.
Ella dijo anteriormente: “Cuando la gente me habla de esto, me pone en una situación de enojo e indignación que no ayuda a mi esposo”.
Bruni añadió: “No tengo la más mínima curiosidad sobre los asuntos de mi marido”.
Pero los detectives afirman que Bruni eliminó todos los mensajes que había intercambiado con Marchand en la aplicación encriptada Signal, antes de la acusación de Marchand en junio de 2021.
Sarkozy ha sido acusado de corrupción, “financiación ilícita de una campaña electoral”, “recibir fondos públicos malversados” y “conspiración criminal” en relación con el escándalo de Gadafi, y debe ser juzgado el año próximo.
Tres de sus ex ministros –Brice Hortefeux, Claude Guéant y Éric Woerth– también están bajo investigación.
En enero, Sarkozy no logró revocar una condena penal y una pena de prisión por financiar ilegalmente su campaña de reelección.
Sus abogados habían pedido al Tribunal de Apelación de París que revocara la pena de un año de prisión, con seis meses de suspensión, pero los jueces decidieron no hacerlo.
Esto ocurrió después de un juicio de cinco semanas en el Tribunal Correccional de la ciudad hace tres años, cuando Sarkozy fue declarado culpable de manipular las cuentas durante su fallido intento de 2012 para convertirse en jefe de Estado.
Carla lució su melena pelirroja en ondas sueltas y optó por un look de maquillaje discreto completado con un toque de labial rosa claro.
Sarkozy, que fue presidente de Francia durante cinco años hasta 2012, cumplió su condena llevando un dispositivo electrónico en la casa de París que comparte con Bruni.
En marzo de 2021, Sarkozy también fue declarado culpable de corrupción y tráfico de influencias y condenado a tres años de prisión, dos de ellos suspendidos.
El predecesor conservador de Sarkozy como presidente de Francia, el fallecido Jacques Chirac, recibió una sentencia suspendida de dos años en 2011 por corrupción, pero ésta estaba relacionada con su época como alcalde de París.
El último jefe de Estado francés que estuvo en prisión fue el mariscal Philippe Pétain, colaborador nazi en tiempos de guerra.


















