Una cobra que se ha colado como polizón en una avioneta comercial obligó el pasado lunes a un piloto sudafricano a realizar un aterrizaje de emergencia sin que ninguno de los cuatro pasajeros ni él ni la peligrosa serpiente sufriesen daños, según han informado este viernes las autoridades locales.
El reptil se había escondido bajo su asiento y fue él mismo quien detectó su presencia cuando el aparato realizaba la ruta entre Bloemfontein y Pretoria, en el centro del país. Tras dar la señal de alarma, el piloto logró aterrizar sin incidentes en Welkom, a mitad de camino de su ruta, y desalojar al inesperado pasajero, que ha resultado ser uno de los especímenes más venenosos de su especie.
“Me gustaría felicitar a Rudolf Erasmus por las valientes decisiones que tomó y por la forma en que manejó lo que podría haber sido un gran incidente aéreo -ha señalado la directora de la Autoridad Sudafricana para la Aviación Civil, Poppy Khoza- Mantuvo la calma ante una situación de peligro y logró aterrizar el avión sin ningún peligro para él ni para sus pasajeros, demostrando al mundo que es un embajador de primera de la seguridad aérea”.
Rudolf Erasmus ha declarado a los medios locales que se dio cuenta de la presencia de la serpiente cuando sintió algo frío en la espalda. “Al principio pensé que era mi botella de agua… pero luego me di cuenta de que era otra cosa y no me moví”, ha explicado al medio News24.
Las cobras se encuentran generalmente en el suroeste de Sudáfrica y son particularmente venenosas, causando la muerte de sus víctimas si no son tratadas de inmediato.