
El pasado fin de semana la moto española volvió a volar. Como antes. Otro. La fiesta motera está en ebullición en estas fechas. La especialidad no es importante. Si rebobinamos sólo hasta el final, nos encontramos Victorias internacionales para Jorge Martín, Aaron Gannett, Álvaro Bautista, Adrián Huertas, Íñigo Iglesias, Natalia Rivera… Yendo más atrás sin salir de septiembre, Marc Márquez, Héctor Garzó, Ángel Piqueras, José Antonio Rueda, Tosha Schareina, Sandra Gómez, Daniela Guillén… y Tony Pau, que sumó su 35º título mundial de trial, 18 de esta temporada. La noticia será el día que pierda. Si pierde.
No me he olvidado de George Prado después de él Cuarta corona en motocross, segunda en la primera división de MXGP. El año pasado rompió una de las pocas barreras que mantiene el automovilismo español. En la competición actual se defendió en las rondas finales contra el cuatro veces campeón de la categoría, Tim Gajser, y volvió a comprobar la victoria con mucha dificultad. En definitiva, Prado sobresale en el campo, Los números no mienten: 11 grandes premios y 17 rondas ganadas. Pero la lucha es muy dolorosa, lo que aumenta su valor. Para colmo, el piloto de Cascas finalizó el campeonato en una de las tres pruebas españolas, que tuvo lugar en Cozar (Ciudad Real). Estos tres eventos confirman el creciente interés por el motocross en el país, aunque Jorge Prado, más allá de sus seguidores, No pudo dar el salto al gran público español, que aún no le reconocía al nivel de otros grandes campeones. Cuando dé un nuevo salto al Supercross de Estados Unidos el próximo año, la distancia será mucho más difícil de superar. No más Mundiales con Prado. Por ahora.


















