BRASILIA – Brasil dijo el 31 de octubre que menos de 60 líderes mundiales han confirmado su asistencia a una cumbre amazónica la próxima semana antes de la conferencia anual de las Naciones Unidas sobre el clima, un número menor que en años anteriores.
Los días 6 y 7 de noviembre se celebrará una cumbre de jefes de Estado y de gobierno antes de la conferencia climática COP30 en la ciudad de Belem del 10 al 21 de noviembre, que este año se celebró por separado para aliviar las presiones inmobiliarias.
Se esperan unas 50.000 personas en Belém, que alberga a 1,4 millones de habitantes, más de la mitad de los cuales viven en zonas urbanas.
Falta de habitaciones de hotel tradicionales,
Los organizadores de la conferencia se apresuraron a encontrar alojamiento alternativo en casas privadas, universidades y escuelas, e incluso dos cruceros atracaron en el puerto a unos 20 kilómetros del centro de conferencias.
Los precios se están disparando y grupos ecologistas han advertido que la COP30 podría ser “la más excluyente de la historia”.
Al insistir en que la conferencia se celebrara en el Amazonas -un poderoso símbolo de la importancia de los bosques del mundo que absorben carbono- el presidente Luiz Inácio Lula da Silva disipó las preocupaciones y dijo en febrero que los delegados podrían “dormir bajo las estrellas”.
Hasta el 31 de octubre, 57 jefes de Estado y de gobierno habían confirmado su asistencia a la cumbre, dijo a los periodistas el jefe negociador de Brasil, Mauricio Lirio.
En 2024, 75 líderes asistieron a la COP29 en Azerbaiyán, casi la mitad que en Dubai en 2023.
Asistirán líderes de Alemania, Reino Unido, Países Bajos, Noruega, Colombia, Chile, Cabo Verde y Liberia, confirmaron sus gobiernos a la AFP.
China ha dicho que el Viceprimer Ministro Ding Xuexiang representará al Presidente Xi Jinping.
Estados Unidos y Argentina, liderados por escépticos del clima, no han dicho a quién enviarán, si a alguien.
En total, 170 delegaciones están reconocidas para la conferencia principal COP30, que se lleva a cabo en un momento de malestar político global que muchos temen que eclipsará la emergencia climática. AFP
