El plan del señor Benjamín Boster era simple. Sube 30 minutos de su voz y el software hará el resto.
Una o dos horas de procesamiento y sacarían el clon, un simulacro auditivo que esperaba aumentaría su productividad con tres episodios por semana.
El plan del señor Benjamín Boster era simple. Sube 30 minutos de su voz y el software hará el resto.
Una o dos horas de procesamiento y sacarían el clon, un simulacro auditivo que esperaba aumentaría su productividad con tres episodios por semana.