TANGI TASHKURGAN, Afganistán – Los residentes del norte de Afganistán comenzaron el martes una operación de limpieza después de que un poderoso terremoto de magnitud 6,3 mató al menos a 20 personas e hirió a casi 1.000.
Un terremoto se produjo cerca de la ciudad de Mazar-i-Sharif, en el norte de Afganistán, la madrugada del lunes, matando al menos a 20 personas y dañando la histórica Mezquita Azul de la ciudad, dijeron las autoridades.
Según las últimas cifras de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios en Afganistán, unas 945 personas han resultado heridas.
Cientos de casas quedaron total o parcialmente destruidas, según la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres de Afganistán, una cifra que, según los grupos de ayuda, se produjo justo antes del invierno afgano, cuando las temperaturas caen por debajo del punto de congelación.
El martes, los residentes de Tangi Tashkurgan, una zona cercana al epicentro del terremoto, excavaron entre los escombros y reforzaron los edificios dañados.
El comerciante local Mohammad Yasin dijo que decenas de estructuras resultaron dañadas o destruidas por el terremoto.
“Si entras en la tienda, temes que puedan derrumbarse en cualquier momento, tal vez ahora o en 10 minutos”, dijo.
El desastre es el último desafío para la administración talibán de Afganistán, que ya lucha con crisis como un terremoto en agosto que mató a miles de personas en el este del país, una fuerte caída de la ayuda exterior y la expulsión masiva de refugiados afganos por parte de los países vecinos.
Las Naciones Unidas han prometido ayuda a la India, que está tratando de descongelar los lazos con el gobierno talibán de Afganistán, que todavía está bajo sanciones de muchos países occidentales. China dijo el martes que también proporcionaría asistencia.
Rodeado de montañas escarpadas, Afganistán es propenso a una variedad de desastres naturales, pero sus terremotos causan la mayor pérdida de vidas, matando a un promedio de alrededor de 560 personas cada año y causando daños anuales estimados en 80 millones de dólares.
La calidad del edificio original también contribuye a las cifras de víctimas, y los expertos recomiendan construir nuevas estructuras resistentes a los terremotos y modernizar los edificios existentes para reducir la probabilidad de colapso. Reuters


















