Esto se debe a que, para pasar por el Senado, el proyecto de presupuesto propuesto por los republicanos necesita una votación de tres quintos de la Cámara (es decir, la aprobación de 60 de los 100 senadores). La mayoría republicana, sin embargo, tiene 53 escaños, lo que requiere el apoyo de al menos 7 demócratas.


















