NAIROBI – Las elecciones en Tanzania no estuvieron a la altura de los estándares democráticos, dijo el miércoles la misión de observación de la Unión Africana sobre la disputada votación que desató protestas mortales.
El presidente Samia Suluhu Hassan fue declarado ganador aplastante en las elecciones del 29 de octubre, pero la oposición acusó al gobierno de fraude y ha habido protestas por la exclusión de sus principales rivales.
“En esta etapa inicial, la misión concluye que las elecciones generales de Tanzania de 2025 no cumplieron con los principios, marcos normativos y otras obligaciones y estándares internacionales para las elecciones democráticas de la UA”, dijo la misión.
Los observadores observaron el relleno de papeletas en varios colegios electorales, donde se entregaban múltiples papeles para que la gente votara, y también notaron la ausencia de representantes de los partidos políticos. Durante el recuento, se pidió a algunos observadores que abandonaran la estación, añadió.
El gobierno dice que las elecciones fueron justas y transparentes.
El principal partido de oposición de Tanzania, CHADEMA, al que se le prohibió participar en las elecciones, dijo que había documentado cientos de muertes en las protestas.
Boniface Mwabukusi, presidente de la Tanganyika Law Society, que representa a los abogados en el continente de Tanzania, dijo que estimó el número de muertos en más de 1.000 basándose en informes de contactos locales.
Recopilar un recuento preciso fue difícil porque el gobierno amenazaba con impedir que la gente compartiera información, dijo.
Hassan, que tomó posesión de su cargo el lunes después de ganar el 98% de los votos, reconoció que habían muerto personas, pero la oposición de su gobierno calificó el número de víctimas como muy exageradas.
“Tanzania debería priorizar las reformas electorales y políticas para abordar las causas profundas de los desafíos democráticos y electorales presenciados antes, durante y después de las elecciones de la semana pasada”, añadió la misión de la UA en su declaración. Reuters


















