BELEM, Brasil – A medida que el cambio climático se acelera, las condiciones climáticas extremas y otros impactos están cobrando un precio cada vez mayor en las poblaciones y el medio ambiente de todo el mundo. Éstos son algunos de los avances de este año en la ciencia del clima:

Cálido, rápido

No solo están aumentando las temperaturas globales, sino que ahora están aumentando más rápido que nunca, con nuevos récords establecidos para 2023 y 2024, y en algunos puntos en 2025. El hallazgo fue parte de un estudio clave realizado en junio que actualiza los datos de referencia utilizados en los informes científicos realizados cada pocos años por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático.

Una nueva investigación muestra que las temperaturas globales promedio están aumentando a un ritmo de 0,27 grados Celsius por década, o aproximadamente un 50% más rápido que en las décadas de 1990 y 2000, cuando la tasa de calentamiento era de aproximadamente 0,2 grados Celsius por década.

El nivel del mar sigue aumentando rápidamente: alrededor de 4,5 milímetros por año en la última década, en comparación con 1,85 milímetros por año en las décadas posteriores a 1900.

El mundo está ahora en camino de superar el límite de calentamiento de 1,5°C para 2030, tras lo cual los científicos advierten que probablemente desencadenaremos impactos catastróficos e irreversibles. Según la Organización Meteorológica Mundial, la Tierra ya se ha calentado entre 1,3 y 1,4 grados Celsius desde la era preindustrial.

El punto de inflexión

Los corales de aguas cálidas se encuentran en una extinción casi irreversible debido a las sucesivas olas de calor oceánicas, marcando lo que será el primer punto de inflexión climático, cuando un ecosistema comienza a cambiar a un estado diferente.

En octubre, los investigadores advirtieron que la selva amazónica podría comenzar a morir nuevamente y transformarse en un ecosistema diferente similar a una sabana, si continúa la rápida deforestación a medida que el calentamiento global supera los 1,5 grados Celsius, antes de lo estimado anteriormente.

Dijeron que el agua derretida de la capa de hielo que se derrite sobre Groenlandia podría ayudar a hundirse antes en una corriente oceánica llamada Circulación Meridional de Inversión del Atlántico, o AMOC, que mantiene los inviernos templados en Europa.

En la Antártida, donde las capas de hielo también están amenazadas, los científicos temen la pérdida de hielo marino alrededor del continente más austral. De manera similar a lo que está sucediendo en el Ártico, la pérdida de hielo expone agua oscura que puede absorber más radiación solar, amplificando la tendencia general al calentamiento. También amenaza el crecimiento del fitoplancton, que absorbe la mayor parte del CO2 del mundo.

Tierra en llamas

Junto con las olas de calor y las sequías, los incendios forestales aún amenazan con volverse frecuentes y graves.

El informe sobre el estado de los incendios forestales de este año, dirigido por un grupo de agencias meteorológicas y universidades, calculó que alrededor de 3,7 millones de kilómetros cuadrados (1,4 millones de millas cuadradas) se habían quemado entre marzo de 2024 y febrero de 2025, un área del tamaño de India y Noruega juntas.

Lo cual es ligeramente menor que la quema promedio anual de las últimas dos décadas. Pero los incendios forestales queman más bosques ricos en carbono que antes, provocando más emisiones de CO2.

calor extremo

Los investigadores están trabajando en formas de evaluar los riesgos y las consecuencias para la salud relacionados con el calor, mientras las agencias meteorológicas y de salud de la ONU estiman que casi la mitad de la población mundial ya está pasando apuros.

Las agencias estiman que la productividad de los trabajadores cae entre un 2 y un 3% por cada grado por encima de los 20 C, mientras que otro estudio publicado en la revista Lancet en octubre estimó pérdidas globales de 1 billón de dólares debido a esa productividad perdida sólo el año pasado.

No existe una definición internacional coherente de las muertes relacionadas con el calor, pero los avances tecnológicos están ayudando a los científicos a llenar los vacíos de datos y comparar las condiciones de un lugar a otro.

En Europa, por ejemplo, un equipo del Imperial College del Reino Unido utilizó las tendencias de mortalidad para estimar más de 24.400 muertes este verano relacionadas con la exposición al calor en aproximadamente el 30% de la población europea. Atribuyeron hasta el 70% de estas muertes al calor provocado por el clima, basándose en las mismas tendencias de mortalidad aplicadas a los modelos de Europa sin calentamiento global.

Para el verano europeo récord del año pasado, otro equipo utilizó modelos informáticos para examinar las estadísticas de muerte con datos de temperatura y parámetros de salud, estimando más de 62.700 muertes relacionadas con el calor en 32 países, o alrededor del 70% de la población del continente.

La ciencia bajo ataque

Se espera que la administración estadounidense del presidente Donald Trump, que niega el clima, recorte los fondos para las agencias que recopilan y monitorean datos climáticos y meteorológicos, preocupando a una comunidad científica que dice que reemplazar el liderazgo estadounidense será difícil.

La solicitud de presupuesto de Trump para 2026, aún no aprobada por el Congreso, propone reducir a la mitad el presupuesto anual de ciencias terrestres de la NASA a alrededor de mil millones de dólares y recortar el gasto de la NOAA en más de una cuarta parte a 4.5 mil millones de dólares, al tiempo que elimina su brazo de investigación climática, entre otros recortes.

En otros lugares, sin embargo, el gasto público en ciencia está aumentando, con presupuestos récord para investigación científica en China, el Reino Unido, Japón y la Unión Europea. La UE también lanzó el mes pasado su seguimiento de datos meteorológicos en tiempo real para acceso público. Reuters

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