La modelo y su familia pasaron 12 horas bajo custodia en el tribunal de SP A Sao Paulo, que este miércoles (12) condenó a ocho de los 14 acusados de participar en el secuestro y extorsión de la modelo Luciana Curtis y su familia en noviembre de 2024. El crimen ocurrió después de que la pareja y su hija de 11 años abandonaran un restaurante en West Jeppa. Las víctimas fueron capturadas por hombres armados y llevadas cautivas a Brasililandia, en la zona norte, donde las obligaron a proporcionar contraseñas bancarias y transferir un total de más de 30.000 reales. El coche familiar, un GWM Haval H6, valorado en más de 200.000 reales, fue incendiado tras el crimen. La sentencia fue dictada por el Juzgado 18 Penal del Juzgado Central de Barra Funda, a cargo de la jueza Ana Paula Mendes Carneiro. Las condenas incluyen robo agravado, extorsión agravada y delitos de asociación delictiva armada. “El crimen se cometió utilizando medios fríos, organizados y técnicos para obstruir la investigación. Las víctimas sufrieron graves dolores físicos y emocionales”, escribió el juez en la sentencia. El presunto líder de la banda, Gabriel Valentim de Lima, conocido como Zequinha, fue condenado a 28 años, 9 meses y 15 días de prisión además de la multa. Según el juez, él era el cerebro del plan y era responsable de coordinar la transferencia de dinero con la ayuda de otros miembros (lea más a continuación). El secuestrador, Sergio Silva Soares, recibió la pena máxima: 33 años, 3 meses y 10 días de prisión. Él ya tenía antecedentes penales y fue reconocido por las víctimas como la persona que vio a la pareja y al niño en cautiverio. Estructura del crimen La modelo Luciana Curtis y su marido, el fotógrafo Henrik Gendre, que fueron secuestrados en las decisiones del Tribunal de Reproducción/Redes Sociales de SP señalaron que la banda tenía un trabajo específico, incluidos centros de ejecución, fraude bancario y lavado de dinero. El grupo utiliza redes Wi-Fi falsas y cuentas bancarias de terceros para mover el monto de la extorsión. Al momento del secuestro, según el testimonio de las víctimas, la familia se encontraba en una choza improvisada “sin luz, sin agua y sin presencia de serpientes y alacranes”. Una de las amenazas dirigidas al fotógrafo Henrik Gendrey implicaba que el autor le entregara una bala de revólver y le dijera “se te va a meter en la cabeza”. La empleada de lotería Juliana Aparecida da Costa fue condenada a 17 años y 8 meses de prisión por lavado de dinero. Según la investigación, falsificó facturas y creó códigos QR para suplantar transferencias realizadas durante el encarcelamiento a pedido de Gabriel. También fueron condenadas Lilia Alves de Lima (madre de Gabriel) y María Catia Alves da Silva (tía), quienes abandonaron la cuenta para recibir una parte del dinero, al igual que otros imputados vinculados al grupo. Los ocho condenados deberán pagar R$ 30.905,96 de indemnización, relacionada con el daño económico causado durante el secuestro. Vea a continuación quién ha sido condenado por secuestro y extorsión a familias en la región occidental de Sao Paulo: Lilia Alves de Lima – 17 años María Catia Alves da Silva – 17 años Carolina Borges – 17 años Lucas Rocha da Costa – 17 años Renan Souza Taborda do Carmo 17 años Seis de “participación menor” fueron condenados por. Según el tribunal, actuaban como “contenedores”, proporcionando cuentas bancarias para trasladar el dinero del secuestro. Gabriel Valentim de Lima — 28 años y 9 meses Gabriel ha sido designado consultor y coordinador del plan, conocido como “Jequinha”. Sergio Silva Soares — Durante 33 años y 3 meses en la justicia, Sergio fue el hombre que secuestró y atendió a las víctimas en cautiverio, además de antecedentes penales y reincidencia. Recuerde el incidente en el que Luciana, de 47 años, Henrique, de 53, y su hija de 11 años salían de un restaurante en Alto da Lapa, al oeste de São Paulo, en noviembre de 2024, cuando fueron abordados por tres delincuentes armados. La banda también robó el coche de la pareja, un GWM Haval, valorado en más de 200.000 reales. Transfirió dinero de las víctimas a cuentas bancarias de personas asociadas con grupos criminales. El auto fue posteriormente localizado en el sector de Villa Pentado en la zona norte de la capital. La modelo, fotógrafa y niño vivían con los secuestrados en una choza que servía de prisión en Brasilia, en las afueras de la región norte de la capital, São Paulo. Foto del cautiverio donde la familia estuvo secuestrada durante 12 horas Divulgación SP/Policía Civil Los bandidos liberaron a los padres y a la niña a la mañana siguiente en la zona de Parda de Taipas, en la Zona Norte. El trío caminó hasta que funcionarios del gobierno los ayudaron en un camión y los llevaron a la estación de policía más cercana. Mientras tanto, en la casa familiar, la hija mayor, una adolescente, nota que sus padres y su hermano no están en casa cuando se despierta. Y llamó a un tío que informó a la policía. Modelo Luciana Curtis reproducción/archivo privado c


















