BELEM, Brasil – Brasil ha respondido a las acusaciones del jefe climático de la ONU sobre violaciones de seguridad en la cumbre COP30 en Belem, diciendo que el organismo mundial es responsable de la seguridad interna del lugar.
El Secretario Ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Simon Steele, criticó la noche del 11 de noviembre al personal de seguridad del país anfitrión por “no actuar”.
Decenas de manifestantes indígenas entraron a la fuerza
Según una carta informada por Bloomberg News.
Su carta, dirigida al Jefe de Gabinete del Presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y al diplomático que presidió la cumbre, Sr. André Correa do Lago, acusó a los anfitriones de graves violaciones de las estructuras de seguridad establecidas.
Identificó vulnerabilidades –desde puertas inseguras hasta la falta de seguridad de que las autoridades responderían a las intrusiones– así como preocupaciones de salud y seguridad por daños a los aires acondicionados y agua de lluvia torrencial en el Amazonas que ingresa a los artefactos de iluminación.
En su respuesta, vista por la AFP, Brasil afirmó: “La seguridad interna de la Zona Azul es responsabilidad del Departamento de Seguridad de las Naciones Unidas (UNDSS), que define cómo serán protegidas todas las áreas dentro de ella”.
La respuesta agregó que las autoridades federales y paraestatales trabajaron junto con la UNDSS para realizar una reevaluación y, en última instancia, decidieron aumentar la cantidad de personal de seguridad, ampliar una zona de amortiguamiento y fortalecer físicamente el perímetro con más barreras.
“Ahora no es un problema. Los asuntos relacionados con esto han sido asegurados”, dijo más tarde el Sr. Correa a los periodistas en una conferencia de prensa vespertina.
La respuesta de Brasil también abordó cuestiones de infraestructura.
“No hubo inundaciones en el lugar del evento, sólo incidentes localizados, como fugas” causadas por alcantarillas rotas, dijo, que desde entonces han sido reparadas.
También se han instalado unidades de aire acondicionado adicionales, añadió.
La elección de Belém, una ciudad de tamaño mediano al borde del Amazonas, fue cuestionada debido a la falta de alojamiento y al temor de que la ciudad no estuviera preparada para acoger un evento tan grande en el que participarían miles de personas.
Lula, sin embargo, defendió la elección, diciendo que era importante llevar al mundo al Amazonas para mostrar su lucha y su importante papel en la lucha contra el cambio climático. AFP

















