DHAKA – Miles de manifestantes se reunieron en la capital de Bangladesh el 15 de noviembre para exigir que los seguidores de una pequeña comunidad musulmana sean declarados infieles, en una demostración de fuerza para los partidarios de la línea dura antes de las elecciones.
La comunidad Ahmadía, seguidores de una rama del sufismo que se originó en la India del siglo XIX, ha sido perseguida durante mucho tiempo en Bangladesh, de mayoría musulmana.
En 2024, se informó de ataques de turbas contra miembros de la comunidad en todo el país, cuando una revolución liderada por estudiantes derrocó al gobierno de la ex primera ministra Sheikh Hasina.
En los meses transcurridos desde entonces, los grupos islamistas radicales reprimidos bajo el régimen autocrático de Hasina han vuelto al primer plano, en parte con la esperanza de avanzar a las elecciones generales previstas para febrero de 2026.
La multitud en el centro de Dhaka el 15 de noviembre incluía líderes políticos y predicadores islámicos de alto rango de India, Pakistán, Arabia Saudita y Egipto.
Algunos manifestantes llevaban camisetas que decían: “Los ahmadiyyas deben ser declarados kafirs (infieles)”.
Una pancarta pedía legislación contra la comunidad “AHORA”.
Los eruditos islámicos de línea dura a menudo los denuncian como herejes, describiendo su creencia en un profeta posterior a Mahoma como una blasfemia.
“Los ahmadiyyas tienen una visión completamente diferente a la nuestra y por eso no son los nuestros”, dijo a la AFP el manifestante Mohammad Mamun Sheikh, de 50 años.
“Pueden vivir en nuestro país como seguidores de otras religiones, pero no como musulmanes”, añadió.
Un chico de 15 años presente en la manifestación, cuyo nombre se ha ocultado por motivos de seguridad, dijo que su profesor le animó a unirse, argumentando que “los ahmadiyyas están corrompiendo nuestra religión”.
Ahmad Tabshir Chowdhury, portavoz de la Comunidad Ahmadía de Bangladesh, desestimó los argumentos teológicos en su contra.
“La religión se utiliza como herramienta política”, afirmó a la AFP.
Los ahmadiyyas constituyen menos del uno por ciento de la población de Bangladesh.
“Si nuestra comunidad constituye incluso el 10 por ciento de la población, la situación será diferente. Los partidos políticos tratarán de manera diferente a los áhmadis”, afirmó Chaudhary.
Añadió que a pesar del temor a un ataque, los miembros de la comunidad no abandonarían su fe.
“No nos rendiremos”, afirmó. AFP


















