Manila – Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial hace 80 años, Manila era una de las ciudades más devastadas del mundo. Los bombardeos y los combates callejeros entre las fuerzas estadounidenses y filipinas por un lado y las tropas japonesas por el otro convirtieron la otrora hermosa capital costera de Filipinas en un páramo.
De las ruinas humeantes surgió lo que hoy es posiblemente el símbolo más reconocible de Filipinas: el jeepney.

















