JOHANNESBURGO – El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, dijo el domingo que el anuncio en la cumbre del Grupo de los 20 de este fin de semana reflejaba un “nuevo compromiso con la cooperación multilateral”, poniendo fin a una reunión que lo enfrentó a su homólogo estadounidense.
Ramaphosa, el organizador de la conferencia de Johannesburgo, impulsó la declaración, abordando desafíos como la crisis climática, a pesar de las objeciones de Estados Unidos, que boicoteó el evento.
En su intervención en la ceremonia de clausura, Ramaphosa dijo que la declaración demostraba que los “objetivos compartidos de los líderes mundiales superan nuestras diferencias”.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, boicoteó la cumbre del 22 y 23 de noviembre por acusaciones, que se ha demostrado ampliamente que son falsas, de que el gobierno de mayoría negra del país anfitrión oprime a su minoría blanca.
Tensiones sobre Ucrania y crisis climática
Trump también rechazó la agenda de Sudáfrica para ayudar a los países en desarrollo a hacer la transición hacia energías limpias, reducir los agobiantes costos de su deuda y adaptarse a los desastres climáticos inducidos por el cambio climático.
Pero Ramaphosa logró el consenso de los dirigentes presentes, excluyendo a Argentina, que no objetó ser declarada sin él. Fue la primera cumbre del G20 en África y la declaración conjunta utilizó un lenguaje que durante mucho tiempo no fue del agrado de la administración estadounidense.
El documento enfatizó la importancia del cambio climático y la necesidad de adaptación, elogió los ambiciosos objetivos de energía renovable y denunció los elevados cargos por servicio de la deuda que sufren los países pobres.
La cumbre se produce después del colapso de la alianza transatlántica por la guerra de Rusia en Ucrania y la falta de disponibilidad de conversaciones sobre el clima en la COP30 en Brasil, donde los países productores y grandes consumidores de petróleo bloquearon la mención de los combustibles fósiles impulsados por la crisis en la declaración final.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo el domingo que tanto la cumbre del G20 como la COP30 demostraron que el multilateralismo está muy vivo.
Sudáfrica se peleó con la Casa Blanca
Estados Unidos asume la presidencia rotatoria del G20 después de Johannesburgo, pero Sudáfrica rechazó una oferta de Estados Unidos de enviar a un funcionario de la embajada para entregar el poder a Trump por considerarlo una violación del protocolo.
La Casa Blanca ha acusado a Ramaphosa de negarse a facilitar una transición fluida de la presidencia del G20.
El ministro sudafricano de Asuntos Exteriores, Ronald Lamola, dijo a los medios el domingo: “En este momento todavía no hemos recibido ninguna comunicación formal”. “Pero estaremos abiertos… depende de ellos”.
Consideró que era un gran avance que la declaración reconociera la necesidad de financiación climática para los países en desarrollo.
Además del acuerdo sorpresa sobre la declaración, los líderes mundiales aprovecharon el G20 para discutir la guerra entre Rusia y Ucrania y los planes de Trump, al margen de la primera de varias reuniones previstas para los próximos días. Reuters


















