LONDRES – A un exsoldado británico buscado en Kenia por matar a una mujer cerca de un campo de entrenamiento del ejército británico hace más de una docena de años se le negó el lunes la libertad bajo fianza durante un proceso de extradición.
Robert Perkis está acusado de matar a Agnes Wanjiru, de 21 años, cerca de un campo de entrenamiento del ejército en 2012, y las autoridades kenianas emitieron una orden de arresto contra él en septiembre.
Purkis, que fue arrestado este mes y desde entonces ha estado bajo custodia, “niega vehementemente” cualquier implicación en la muerte de Wanjiru, dijeron sus abogados al Tribunal de Magistrados de Westminster.
Los abogados que representan a las autoridades de Kenia dijeron que los compañeros de lucha de Purkis alegaron que él confesó el crimen la noche del asesinato de Wanjiru y poco después.
El asesinato de Wanjiru ha tensado las relaciones entre Gran Bretaña y Kenia, donde su familia y grupos de derechos humanos dicen que los asesinos estaban protegidos por un acuerdo de cooperación en defensa que complica el procesamiento de las tropas británicas que se entrenan en Kenia.
El Ministerio de Defensa británico dijo en septiembre que estaba comprometido a ayudar a la familia de Wanjiru a obtener justicia.
Exsoldado buscado por asesinato en 2012
En junio de 2012, el cuerpo de Wanjiru fue encontrado en una fosa séptica en el Lions Court Hotel en Nanyuki, Kenia. Wanjir fue visto por última vez con un grupo de soldados británicos la noche del 31 de marzo y el 1 de abril de 2012.
Joel Smith, abogado que representa a los fiscales de Kenia, dijo que Wanjiru fue al hotel con dos amigos y dejó a su pequeña hija al cuidado de una amiga.
“Alrededor de las dos de la mañana, la señora Wanjiru se fue con un soldado y cuando se fue (le dijo a sus amigos) iba a correr a buscar a su hija”, dijo Smith al tribunal. “Nunca más se le volvió a ver con vida”.
Smith agregó que Purkis le mostró a un soldado el tanque séptico donde se encontró más tarde el cuerpo de Wanjiru y luego le dijo a otro soldado que mató a Wanjiru después de que “el sexo salió mal”.
El abogado de Purkis, David José, dijo que “no había base lógica para decir que este hombre escaparía”.
Pero el juez Paul Goldspring puso a Purkis bajo custodia hasta una audiencia el próximo mes. Purkis saludó con la cabeza a su esposa y a su hermano en la tribuna pública mientras lo conducían de regreso a las celdas. Reuters
