¡Comprenda que la discriminación por edad “alimenta los prejuicios contra las personas mayores! Sólo en Estados Unidos, el mercado antienvejecimiento vale 37 mil millones de dólares (unos 200 mil millones de reales). El marketing funciona tan bien que, a los 28 años, las mujeres ya utilizan productos antiarrugas. Cuando las empresas venden la idea del antienvejecimiento, dicen que desde la crema plástica hasta la cirugía de por vida. Walrond, que propone una revolución liderada por personas maduras. Karen Wallrond: “Al contrario de los mensajes que nos bombardean “Conozco cada vez más personas que viven su vejez con vitalidad”, revela el tema de su último libro, Radiant Rebellion: Reclaim Aging, Practice Joy, and Raise a Little Hell, que puede traducirse al portugués como Radiant Practice Rebellion and Cause a Little Rebellion. “Lo que comparto con la gente es lo que creo para mí misma Hoja de ruta, para rechazar las normas que alimentan la discriminación por edad y crear una visión de lo que queremos, donde prevalezca nuestra evolución como humanos, no nuestra caída”. la rebelión como resistencia a todos los estereotipos “El eterismo es una violación de los derechos humanos y, contrariamente a los mensajes con los que nos bombardean constantemente, sé que cada vez más personas viven con vitalidad en su vejez. Sabes que encontrarás la manera de afrontar los retos que vendrán, porque ya has superado otros”, explica. Cuando escribió el libro a los 55 años (ahora tiene 58), Walrond decidió investigar todos los ámbitos de su vida – “Incluso quería evaluar cómo se había escondido en mí la discriminación por edad” – e imaginar su futuro con alegría y propósito. “No quiero ser un super-erager, de esos que deciden escalar montañas a los 60 años. Nunca lo había hecho antes, ¿por qué ahora?” Destaca que el camino es valorar la vida, incluso frente a las limitaciones físicas, y practicar el autocuidado y la autocompasión: “El envejecimiento debe celebrarse, no temerse. Cuando invertimos en nosotros mismos, en nuestra salud física y mental, fortalecemos nuestro viaje. La caída no es inevitable.” El autor acaba de publicar En defensa del chapuzón: la brillantez de ser un aficionado total, algo así como una defensa de la experimentación: el genio de ser un aficionado total, donde hace una defensa apasionada de la afición. Sostiene que, en el mundo actual, incluso las aficiones se han convertido en negocios para obtener ingresos adicionales: “Parece que nos vemos obligados a especializarnos y, al final, no sabemos lo que nos gusta”. Walrond se aventuró en innumerables actividades, sólo por placer. Y por diversión, y sin ninguna intención de alcanzar un nivel de excelencia, pasó por lecciones de cerámica, surf, piano y fotografía de la Vía Láctea –descubrimientos emocionantes que se alternan con fracasos sofisticados– y desarrolló siete características del amateurismo intencional: la curiosidad, la atención plena, la expansión de la zona de confort, la conexión y el encanto. Puede ser una forma de autocompasión y trascendencia”, enseña.

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