Para el alcalde Guilherme Guimarães, entre todas las aperturas, las que más lo inspiran son las escuelas: “Ver tanta gente feliz y satisfecha demuestra que nuestra gestión va por buen camino, a diferencia de lo ocurrido en administraciones pasadas”. Lamentó que, en el pasado, los directores hubieran dificultado el acceso de los niños a las escuelas rurales, lo que había provocado una mala calidad de la educación hasta el punto de que muchas escuelas cerraron. ‘Nuestro enfoque es completamente opuesto. Trabajamos para mejorar las escuelas porque queremos revertir este proceso de abandono. Queremos animar a los niños rurales a ir a la escuela”. Destacó que mantener abiertas las escuelas, incluso con un número reducido de alumnos – ya sean tres, cuatro o cinco – es fundamental, porque el conocimiento representa la única esperanza para muchos en esta comunidad. El alcalde también agradeció a los padres y tutores que animan a sus hijos a ir a la escuela, mostrando confianza en lo que la educación puede ofrecer en el futuro.


















