Además del desastre, hay otros impactos menos visibles, como la inflación por la reducción de la productividad de alimentos como el cacao y el café, el racionamiento del agua en las ciudades, riesgos para la producción de energía e impactos en la salud humana. “No se trata del futuro. Y luego, cuando llega el desastre, se revela lo que estaba pasando, queda muy claro. Porque lleva todas estas situaciones al límite”, valora Rodríguez.


















