La mayoría de los viajes recientes del presidente estadounidense al noreste de Asia han estado llenos de habas de soja, aduanas y obsequios bañados en oro. A pesar del contexto de competencia entre Estados Unidos y China por el liderazgo estratégico en la región y de las crecientes amenazas a la seguridad contra los aliados asiáticos de Estados Unidos, la geopolítica estuvo subordinada a consideraciones económicas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dice que no ha hablado de Taiwán con el secretario general del Partido Comunista Chino, Xi Jinping. La lectura oficial de la reunión hecha por el gobierno chino tampoco mencionó a Taiwán. Esto es notable, ya que la protesta contra el apoyo de Estados Unidos a Taiwán es un importante tema de conversación chino en las conversaciones de alto nivel entre Estados Unidos y China. Eso fue un alivio para los observadores que esperaban que Washington hiciera concesiones relacionadas con Taiwán como parte de un acuerdo comercial con Beijing como resultado de la reunión.
            

















