En los sectores de la construcción industrial y civil, la presión para cumplir con los cronogramas de construcción o las paradas de mantenimiento es inmensa. A menudo, esta urgencia conduce a una trampa: contratar servicios de elevación basándose únicamente en el “precio más bajo”. Lo que parecen ser ahorros sin un alcance detallado, se convierten en costos adicionales, retrasos operativos y, lo peor de todo, graves riesgos de seguridad.


















