PUERTO ACIS – La Coordinadora Nacional del Ejército Bolivariano (CNEB), uno de los cinco grupos disidentes del ex movimiento guerrillero FARC de Colombia, entregó su primer lote de armas como señal de buena voluntad en las conversaciones con el gobierno colombiano, dijeron ambas partes el miércoles.

La entrega de explosivos, granadas, morteros y otras municiones, parte de un compromiso de entregar un total de 14 toneladas a la CNEB, es el avance más significativo en los esfuerzos del presidente izquierdista Gustavo Petro para poner fin a un conflicto de seis décadas que ha matado a más de 450.000 personas.

La CNEB tiene alrededor de 2.000 combatientes y aliados.

Petro se reunió con líderes del grupo rebelde en una ceremonia en la ciudad sureña de Puerto Asís.

Las municiones fueron destruidas en una explosión controlada por el Ejército Nacional en una zona rural del departamento selvático de Putumayo cerca de Puerto Asís. Se esperan dos entregas más en los próximos días en División Nariño.

La CNEB surgió de Segunda Marketalia, un grupo disidente de las FARC liderado por Iván Márquez, que en agosto de 2019 rechazó el acuerdo de paz de 2016, citando la desaprobación del Estado.

Walter Mendoza, líder de la CNEB, dijo antes del evento que el suministro de material bélico era una “señal de buena voluntad por la paz” y expresó optimismo por alcanzar más acuerdos con el gobierno. Pero criticó el lento ritmo de la inversión estatal en zonas remotas.

Mendoza dijo a Reuters en 2024 que el desarme y la desmovilización completos sólo se producirían al final de un proceso de paz y de una inversión estatal en carreteras, escuelas, hospitales y otras infraestructuras.

Los analistas dicen que el proceso con la CNEB podría convertirse en uno de los pocos logros concretos de paz de Petro, tras la suspensión de las conversaciones con el ELN y los limitados avances con otros grupos disidentes y criminales como el Grupo del Golfo.

En abril, el grupo escindido del ELN, Comuneros del Sur, suministró armas en virtud de dos contratos, pero el proceso se ha estancado desde entonces.

El presidente de Colombia lanzó un ambicioso plan de paz para desmantelar a más de 20.000 combatientes armados financiados por el narcotráfico y la minería ilegal, pero no se ha llegado a ningún acuerdo cuando queda menos de un año de su mandato. Reuters

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