Un ayuno de agua de 21 días no es un tratamiento razonable ni seguro para el cáncer. La investigación sobre el ayuno nos ayuda a comprender cómo responden las células a los nutrientes y al estrés, pero este conocimiento resalta la complejidad del ayuno en lugar de respaldarlo como terapia. Aunque la nutrición equilibrada, la hidratación, la actividad física regular y el sueño adecuado pueden favorecer la resiliencia durante la terapia contra el cáncer, no existe ningún sustituto para los tratamientos diseñados para atacar la biología del tumor. El tratamiento del cáncer requiere tratamientos dirigidos y basados en evidencia, como quimioterapia, radioterapia, cirugía e inmunoterapia.


















