SYDNEY – El estado australiano de Victoria firmó el jueves el primer tratado del país con los pueblos indígenas, que sus defensores aclamaron como un paso importante hacia la reconciliación al otorgar a los primeros residentes más supervisión sobre sus preocupantes decisiones.
El acuerdo, que entrará en vigor el 12 de diciembre, incluye una disculpa formal al pueblo de las Primeras Naciones de Australia y establece un organismo representativo permanente para asesorar al gobierno de Victoria.
“Hoy se abre un nuevo capítulo en la historia de nuestro estado”, dijo la primera ministra de Victoria, Jacinta Allan, en una ceremonia de firma del acuerdo en Melbourne.
“Cuando la gente tiene voz y voto sobre las cosas que afectan sus vidas, su atención médica, su vivienda, su educación y sus prácticas culturales, sus resultados mejoran y nuestro estado se vuelve más justo”, dijo.
Australia lleva mucho tiempo por detrás de otros países colonizados en la reunificación de sus primeros habitantes, a diferencia de Estados Unidos, Canadá o Nueva Zelanda, que no han firmado ningún tratado.
Se estima que un millón de ciudadanos indígenas se encuentran muy por debajo del promedio nacional en la mayoría de las medidas socioeconómicas.
Un referéndum nacional celebrado en 2023 para incluir un órgano asesor indígena en la constitución fue rechazado por el 60% de los votantes y en los seis estados, lo que supuso un nuevo revés para los esfuerzos de reconciliación.
Harry Hobbs, profesor de derecho de la Universidad de Nueva Gales del Sur, dijo que el tratado de Victoria marca un importante paso adelante en el reconocimiento del derecho de las Primeras Naciones a la autodeterminación.
“Este es un momento que afectará las negociaciones contractuales en todo el país”, añadió.
Las negociaciones para establecer un acuerdo para Victoria comenzaron en 2016. El proyecto de ley del tratado fue aprobado por el parlamento estatal el mes pasado.
Se requiere una disculpa formal del gobierno a los pueblos indígenas por las injusticias históricas. También crea un organismo conocido como Asamblea de los Primeros Pueblos para asesorar al gobierno sobre leyes y políticas relacionadas con los pueblos indígenas, pero no tendrá poder de veto.
El acuerdo crea un organismo de “dicción de la verdad” y un organismo de rendición de cuentas para garantizar que el gobierno estatal cumpla sus promesas a los pueblos indígenas.
“Esto nos convierte a todos en un mejor Estado, un mejor país, mejores personas”, dijo Reuben Berg, copresidente de la Primera Asamblea de los Pueblos. Reuters


















