HAMBURGO – Alemania ya registró en 2025 su mayor número de brotes de gripe aviar en tres años y no hay alivio, dijo el Instituto Friedrich Loeffler de Enfermedades Animales, mientras Europa fue testigo de un fuerte resurgimiento de la enfermedad mortal.
La propagación de la influenza aviar altamente patógena, comúnmente llamada gripe aviar, es una preocupación para los gobiernos y la industria avícola debido al potencial de colapso de las parvadas, la posibilidad de restricciones comerciales y el riesgo de una nueva pandemia.
El virus se ha detectado en 122 infecciones de granjas y 1.125 aves silvestres hasta el 11 de noviembre, dijo FLI. Eso es más del doble de los 46 casos de todo 2024 y se compara con 208 brotes en todo 2022.
La gripe aviar es una enfermedad estacional transmitida por aves silvestres.
Los brotes ocurren a principios del otoño, aumentan fuertemente hacia el final del año y alcanzan su punto máximo en la primavera.
Hasta ahora ha matado a más de un millón de aves de corral en Alemania. Otros países europeos también han visto más brotes esta temporada, pero Alemania ha sido la más afectada.
“En Alemania se ha producido un fuerte aumento de los brotes en aves de corral en las últimas semanas”, afirmó el FLI en su última evaluación de riesgos.
“En las aves silvestres también se ha producido un aumento muy significativo, observándose actualmente detecciones inusualmente frecuentes en grullas, cuya migración otoñal ha contribuido a una propagación más generalizada del virus”, afirma.
El instituto dijo que “no se vislumbra ningún alivio”, ya que el nivel de riesgo actual es “alto”, subrayando los desafíos planteados por los patrones de migración del ave y los esfuerzos de control local.
Sin embargo, los analistas alemanes no informaron de ningún impacto significativo en los precios de los huevos o la carne de pollo, citando una población avícola a nivel nacional de aproximadamente 200 millones.
Aunque Alemania no ha impuesto un confinamiento a nivel nacional, varias autoridades locales han ordenado el confinamiento de las aves de corral.
En determinadas zonas, se ha facilitado la protección de las grullas, lo que permite matarlas en zonas de alto riesgo para limitar la propagación del virus. Reuters
