Mientras los presidentes de Estados Unidos y China se preparan para reunirse al margen de una cumbre económica en Corea del Sur (un encuentro que tal vez no suceda), algunos estrategas de política exterior en Washington no sólo están preocupados sino sorprendidos.
Las dos naciones más poderosas del mundo parecen empeñadas
Librar una guerra económica
hasta e incluyendo la “destrucción mutua asegurada”. Y al menos uno de los dos no tiene ningún plan, ni habilidad, ni idea.