Me refiero al artículo de opinión “
Padres, por favor cálmense: el estrés se contagia a sus hijos
” (29 de octubre). Esto puede ser más fácil decirlo que hacerlo.
No ayuda que el nuevo sistema de puntuación del nivel de logros del PSLE cuente cada punto, de modo que pueda determinar si un niño puede ingresar a la escuela secundaria deseada. ¿Cómo no presionar a los padres?
La mayoría de nosotros simplemente tratamos de darles a nuestros hijos el mejor apoyo posible. Lo que a menudo significa fines de semana llenos de clases de enriquecimiento, para gran frustración de los niños.
Visitar juntos un museo era algo que disfrutábamos habitualmente como familia cuando mi hijo estaba en preescolar, hasta 3.º de primaria. Debieron ser tiempos felices. 4º de Primaria empezó a ser difícil y los resultados en 5º de Primaria bajaron significativamente.
Esto me generó pánico y me obligó a cambiar la matrícula de chino a mitad de año y agregar matemáticas al horario, a pesar de las objeciones de mi hijo.
A mi hijo le falta ahora un año para padecer PSLE. Si bien damos un suspiro de alivio después de los exámenes de 5º de Primaria, no podemos evitar preocuparnos por los 11 meses que nos esperan y la necesidad de seguir trabajando.
También me pregunto por qué todavía estamos debatiendo si reducir o no el tamaño de las clases a unos 40 estudiantes. Las clases más numerosas significan menos atención individual, lo que obliga a muchos padres a cambiar a clases de enriquecimiento. Hasta que se resuelva este dilema, tanto los padres como los niños estarán estancados el circulo estrés
Ling Seo Jing
