WASHINGTON – El enviado especial del presidente estadounidense Donald Trump para Ucrania, Keith Kellogg, dijo a sus asesores que planea dejar la administración en enero, dijeron cuatro fuentes a Reuters, una salida que significaría la pérdida de un defensor clave de Ucrania en la administración Trump.

Un enviado presidencial especial es una designación temporal y, en teoría, dichos enviados deben ser confirmados por el Senado para permanecer en su cargo durante 360 ​​días. Kellogg indicó que enero sería un punto de partida natural, dadas las leyes existentes, dijeron las fuentes, que solicitaron el anonimato para discutir conversaciones privadas.

Su partida será una noticia desagradable en Kiev. Los diplomáticos europeos, incluidos los ucranianos, veían al teniente general retirado como un oído comprensivo de una administración que en ocasiones se ha inclinado hacia la visión de Moscú sobre los orígenes de la guerra en Ucrania.

Kellogg chocó con Witkoff en ocasiones

Kellogg ha condenado los ataques de Rusia a la infraestructura civil en Ucrania más que otros funcionarios de la administración Trump. Ocasionalmente se ha enfrentado con el enviado especial para la Misión de Paz, Steve Wittkoff, quien se ha hecho eco de algunas de las palabras del presidente ruso Vladimir Putin y ha abogado por un intercambio territorial unidireccional como parte de un acuerdo de paz a largo plazo.

Entre los éxitos de Kellogg estuvo la liberación de decenas de rehenes retenidos por el líder bielorruso Alexander Lukashenko a cambio de un alivio limitado de las sanciones.

La Casa Blanca y el Departamento de Estado no respondieron de inmediato a solicitudes de comentarios.

Una persona con conocimiento del pensamiento de Kellogg dijo que llegó a la conclusión de que demasiados funcionarios de la administración estaban trabajando en Ucrania y una falta de reconocimiento dentro de la administración de que Rusia -no Ucrania- estaba frenando las conversaciones de paz.

Otra persona con conocimiento de la decisión de Kellogg dijo que él nunca tuvo la intención de permanecer mucho tiempo en la administración.

La actitud de Trump hacia Ucrania es mixta

Si bien Trump sigue concentrado en poner fin a la guerra en Ucrania, su enfoque sobre cómo hacerlo ha cambiado dramáticamente.

En marzo, interrumpió el intercambio de información de inteligencia con Ucrania antes de reanudarlo rápidamente. En los últimos meses, de hecho ha aumentado el intercambio de inteligencia con Kiev.

Y si bien Trump instituyó un nuevo programa mediante el cual los aliados europeos compran armas estadounidenses en nombre de Kiev, esencialmente puso fin a los programas de ayuda militar estadounidenses establecidos por el expresidente Joe Biden.

Trump llegó al poder presionando por un alto el fuego inmediato, pero abandonó esa exigencia después de reunirse con Putin en Alaska en agosto. En octubre, volvió a poner en primer plano la idea del alto el fuego después de reunirse con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky en Washington.

Kellogg estuvo notablemente ausente de ese encuentro de octubre. A principios de este mes, su adjunto, John Coyle, dejó su cargo para convertirse en enviado especial de Estados Unidos a Bielorrusia.

No quedó inmediatamente claro quién -si es que hay alguien- reemplazaría a Kellogg. Estados Unidos aún no ha designado un embajador en Ucrania confirmado por el Senado. Julie Fisher, una diplomática de carrera, fue nombrada encargada de negocios en la misión estadounidense en Kiev en mayo. Reuters

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