La historia de María Sicia muestra que cuando los valores de las cooperativas sobreviven desde la infancia, se convierten en inspiración y aprendizaje de la vida. Iniciativas como la cuenta Cadiceis Kids fortalecen este propósito, combinando educación financiera, creatividad e inclusión, permitiendo que los niños aprendan sobre responsabilidad, planificación y participación en la realidad.