PARÍS – Los legisladores franceses votaron el 12 de noviembre a favor de suspender una cuestionada reforma de las pensiones, mientras los proyectos de ley de presupuesto para 2026 avanzan lentamente en el parlamento en medio de continuas amenazas a la supervivencia del gobierno.
Una mayoría de 255 legisladores votaron a favor de la moratoria y 146 en contra.
Los debates presupuestarios han adquirido un peso adicional desde la elección anticipada del presidente Emmanuel Macron en 2024, dejándolo con un parlamento sin mayoría, donde los legisladores se pelearon por el plan de gasto de 2024 que derrocó al ex primer ministro Michel Bernier.
Los inversores y los socios europeos de Francia están observando de cerca la agitación mientras Francia, que ha tenido cinco primeros ministros en dos años, lucha por controlar un déficit presupuestario que se ha convertido en el mayor de la zona del euro.
Incluso ahora que los legisladores han aprobado el artículo específico que suspende la reforma de las pensiones, todavía necesitan apoyar todo el proyecto de ley de Seguridad Social en una votación final en la siguiente etapa para que eso suceda.
Después de un comienzo difícil, el segundo intento del primer ministro Sebastien Lecornu de formar gobierno ha avanzado, impulsando partes del presupuesto a través del parlamento gracias a costosas concesiones.
Una de las mayores compensaciones fue una oferta a los socialistas -un importante bloque indeciso- de suspender el plan de Macron de aumentar la edad de jubilación a 64 años.
La congelación mantiene efectivamente la edad mínima de jubilación en 62 años y nueve meses hasta después de las elecciones presidenciales de 2027, una medida que fue difícil de aceptar para los leales a Macron pero que le dio a Lecornu un salvavidas.
“Tres millones y medio de franceses podrán jubilarse antes. Estamos demostrando que apostar por el consenso vale la pena”, afirmó la diputada socialista Melanie Thomin.
Las concesiones sobre los recortes de pensiones y otros gastos podrían socavar marcadamente el objetivo del gobierno de reducir el déficit en 30 mil millones de euros (45 mil millones de dólares singapurenses). Aún no se han publicado estimaciones revisadas y el tamaño final del presupuesto aún no está claro.
Sin embargo, los costos de endeudamiento francés han caído, reduciendo los temores de otro colapso del gobierno.
Pero convertir la moratoria de las pensiones en ley no es garantía de éxito.
Los aliados de izquierda, incluidos los Verdes y los comunistas, están divididos sobre si respaldar a Lecornu. Los partidarios de la línea dura siguen presionando para que se celebren nuevas elecciones.
El ex primer ministro Gabriel Atal dijo que el partido centrista de Macron se abstendría en lugar de votar en contra de la suspensión de la reforma de las pensiones, para que el gobierno pudiera permanecer en el cargo.
“Tenemos claro que esta suspensión no será una buena noticia para la economía francesa”, dijo al Parlamento. Reuters


















