
Entienda por qué, en Argentina, los periódicos y los DVD cuentan más que el streaming en la inflación. La feria en el barrio donde nació Diego Maradona continúa creciendo: más residentes venden lo que tienen, o lo que pueden encontrar en la calle, para sobrevivir a la crisis económica cada vez más profunda de Argentina antes de las elecciones legislativas. 📱 Descarga la aplicación g1 para ver noticias en tiempo real y gratis En una mañana soleada en Villa Fiorito, una popular zona de las afueras de Buenos Aires, varios vendedores ofrecen verduras y herramientas a lo largo de más de 20 cuadras de los llamados “manteros”. 🔎 los viveros son vendedores informales que extienden una manta en el suelo para exhibir sus productos: artículos personales traídos de casa, artículos encontrados en la basura o productos nuevos, a menudo comprados con dinero prestado. “Los fines de semana, como en casa no ganamos mucho, venimos aquí a ‘tender la manta'”, dijo Gladys Gutiérrez, de 46 años, quien vende ropa y perfumes. Artículos de segunda mano se exhiben a la venta en un mercado callejero en Villa Fiorito, en las afueras de Buenos Aires. Luis Robayo/AFP Entre semana vende productos de limpieza a domicilio. Como a sus vecinos les cuesta comprarlos, decide pedir un préstamo para cortar resfriados y proporcionar bebidas. Su marido, albañil, lleva un tiempo en paro. “La gente está cansada, harta”, afirma. En casi dos años en el gobierno, el presidente de Argentina, Javier Millay, logró reducir drásticamente la inflación, pero suspendió las obras públicas y redujo la actividad comercial e industrial, los sectores que generan la mayor parte del empleo del país. En una economía donde la informalidad afecta a alrededor del 40% de la población económicamente activa, se acumulan muchas ocupaciones. Según la consultora Aresco, tres de cada cuatro personas dicen que es más difícil cerrar el mes que en 2023. Según el economista Guillermo Oliveto, “el 70% de la población -integrada por la clase media baja y trabajadora- llega a fin de mes el día 15”. En otras palabras, ocurre cuando se acaba el dinero. “Pago deudas, gastos fijos y me quedo sin dinero”, dijo a la AFP, relatando lo que escuchó durante su trabajo de campo. Una mujer mira ropa de segunda mano a la venta en un mercadillo de Villa Fiorito, en las afueras de Buenos Aires. LUIS ROBAYO/AFP En la feria ‘Memorias de 2001’, el aroma de los asados se mezclaba con el olor agrio de la basura amontonada en algunas aceras, mientras los vendedores ambulantes vendían cubiteras viejas, termos sin tapa, revistas, pantalones y electrodomésticos desmontados. “Me recuerda al año 2001”, dijo Juana Sena, vendedora de 71 años, refiriéndose a la crisis provocada por la explosión social en Argentina. Los vecinos de Fiorito acudirán a las urnas este domingo (26) para las elecciones a la asamblea. En un barrio históricamente peronista, Javier Millay obtuvo el 27% de los votos en la segunda vuelta presidencial de 2023, pero apenas alcanzó el 16% en las legislaturas provinciales de septiembre. El politólogo y profesor residente de Fiorito, Matías Mora, dijo que el fenómeno del pluriempleo y las ventas informales no comenzó con Javier Miley, pero advirtió que la actual administración ha “profundizado y empeorado” la situación. Un hombre muestra un guardarropa de segunda mano a la venta en un mercadillo de Villa Fiorito, en las afueras de Buenos Aires. LUIS ROBAYO/AFP Deuda “La gente se está endeudando para comer y, en el mejor de los casos, se está endeudando para abrir un negocio, pero a tasas muy altas”, dijo Mora a la AFP, añadiendo que los prestamistas informales del barrio cobran entre el 40 y el 50% de interés mensual. Un informe del centro privado de análisis económico IETSE señaló que nueve de cada diez hogares argentinos están endeudados y el 88% de esa deuda fue contraída entre 2024 y 2025. El estudio también indicó que el 58% de la deuda con tarjetas de crédito se destinó a la compra de alimentos. Mora acuñó el término “manteros digitales” que venden productos a través de las redes sociales, fuera o en paralelo a ferias presenciales. “En este nuevo ecosistema, donde las redes sociales conviven con posiciones justas y los grupos de WhatsApp suplen la falta de empleo estable, emerge una lógica de supervivencia que responde más al ingenio popular que a una profesión emprendedora”, escribió para la agencia RedAcción. Para Mora, “la gente se las arregla” y utiliza la creatividad para llegar a final de mes, pero “a costa de su salud mental, de su salud física, estando muy desgastados”. Un motociclista y un hombre pasan junto a un mural que representa al ícono del fútbol argentino Diego Armando Maradona en Villa Fiorito, en las afueras de Buenos Aires. Luis Robayo/AFP


















