Un alcohol usado artísticamente en solventes de metano y otros químicos, es extremadamente peligroso al comer. Inicialmente ataca al hígado, lo convierte en sustancias tóxicas que comprometen la columna, el cerebro y los nervios ópticos, pudiendo provocar ceguera, coma e incluso la muerte. También puede causar insuficiencia pulmonar y renal.
