El caso ocurrió en 2022, cuando el motociclista llegó al hotel para realizar una entrega. Dado que la política del establecimiento no permitía la entrada de repartidores a la habitación, el huésped fue llamado a recepción para recoger el pedido. Harto de la situación, arrojó el paquete -que contenía una botella de vidrio- golpeando al repartidor en la cara.


















