El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó hoy una orden ejecutiva que impone un arancel del 25 por ciento a los camiones medianos y pesados importados a partir del 1 de noviembre para los vehículos comercializados bajo el acuerdo Canadá-Estados Unidos-México.
Trump también está dando a los fabricantes de automóviles estadounidenses un alivio adicional de los aranceles sobre autopartes, extendiendo lo que se suponía sería un reembolso a corto plazo hasta 2030.
La medida revisada proporciona un descuento del 3,75 por ciento sobre el precio de venta de los vehículos ensamblados en el país. A esta cifra se llega aplicando un impuesto de importación del 25 por ciento a las piezas al 15 por ciento del precio de venta del vehículo. Multiplicar estos dos porcentajes equivale al 3,7 por ciento.
Los fabricantes de camiones y motores ahora también estarán exentos, dijeron las autoridades.
Los camiones que cumplan con el acuerdo comercial, más conocido como CUSMA, tendrán que pagar aranceles sólo por sus piezas no estadounidenses.
Los recientes aranceles no afectarán por ahora a las autopartes cubiertas por el Acuerdo Comercial de América del Norte.
Se aplicará un impuesto del 10 por ciento a los autobuses y autocares.
Trump amenazó con imponer aranceles a los camiones pesados el mes pasado, diciendo que protegería a las industrias estadounidenses de la competencia externa.
La Asociación Estadounidense de Camioneros se opone a los aranceles, diciendo que podrían aumentar los precios en una industria que ya está siendo golpeada por los aranceles al acero.
