Según organizaciones de seguridad y movilidad, las medidas son necesarias para garantizar el movimiento seguro de los delegados internacionales, controlar el acceso a zonas sensibles y garantizar el buen funcionamiento de la ciudad durante el evento, que reunirá a representantes de unos 150 países, entre ellos jefes de Estado, activistas, científicos y representantes de comunidades tradicionales.


















