¿Qué está siendo aclamado como un ‘cáncer “El gran avance del tratamiento” no proviene de un fármaco experimental nuevo, sino de un medicamento que se utiliza desde hace 40 años para tratar lombrices.

Investigadores de la Universidad Johns Hopkins han patentado una nueva forma de mebendazol, llamada polimorfo C, que puede funcionar mucho mejor contra el cáncer que las versiones disponibles actualmente.

El mebendazol ya es un fármaco bien conocido que trata de forma segura las infecciones por gusanos parásitos en humanos y animales.

La nueva forma cristalina, el polimorfo C, parece penetrar en los tumores con mayor eficacia, incluidos los tumores cerebrales, que suelen ser muy difíciles de tratar porque la mayoría de los fármacos no pueden atravesar la barrera protectora hematoencefálica.

Según la patente, una formulación oral con al menos un 90 por ciento de polimorfo C puede llegar a las células cancerosas en concentraciones más altas que el mebendazol estándar, lo que potencialmente lo hace más potente.

Los inventores dijeron que esta nueva forma podría usarse para tratar muchos tipos diferentes de cáncer, desde tumores cerebrales como gliomas y meduloblastomas hasta cánceres de mama, colon, pulmón, páncreas y tiroides, y posiblemente incluso ayudar a prevenir el cáncer en personas con alto riesgo.

En experimentos con ratones, el polimorfo C alcanzó niveles efectivos dentro de los tumores y mostró efectos supresores de tumores más fuertes que otras formas de mebendazol.

Los investigadores también sugirieron combinarlo con otro fármaco, elacridar, que puede impedir que las células cancerosas bombeen el fármaco, haciéndolo funcionar aún mejor.

La patente detalla un tratamiento oral, que era una versión rediseñada de un medicamento de hace 40 años utilizado para tratar lombrices.

La patente detalla un tratamiento oral, que era una versión rediseñada de un medicamento de hace 40 años utilizado para tratar lombrices.

La patente, concedida el 7 de septiembre de 2021, dice: ‘Como fármaco oral, el polimorfo C de mebendazol es una forma superior y llega al cerebro y a los tumores cerebrales en concentraciones eficaces. La eficacia mejora aún más combinando mebendazol con un inhibidor de la glicoproteína P.

“El mebendazol también se puede utilizar para el tratamiento de otros cánceres, así como como agente quimiopreventivo”.

Otro enfoque propuesto es combinar mebendazol C con fármacos antiinflamatorios como celecoxib o sulindac.

La inflamación crónica está relacionada con el cáncer, por lo que esta combinación podría ayudar a reducir el riesgo de formación de tumores en personas particularmente vulnerables.

Según los investigadores, debido a que el mebendazol se ha utilizado de manera segura durante décadas, esta nueva formulación podría pasar a ensayos clínicos más rápido que la mayoría de los medicamentos contra el cáncer nuevos.

La patente, presentada por Gregory Riggins, Renyuan Bai, Verena Staedtke, Avadhut Joshi y Tara Williamson, se centra en una idea simple pero importante: el mebendazol se presenta en tres estructuras ligeramente diferentes, llamadas polimorfos, y una de ellas, el polimorfo C, se comporta de manera muy diferente en el cuerpo.

Puede viajar al cerebro de manera más efectiva y llegar a los tumores en concentraciones que en realidad pueden ser efectivas para matar las células cancerosas.

Esto es inusual porque la mayoría de los medicamentos de quimioterapia no pueden llegar al cerebro en absoluto.

Los inventores dijeron que esta nueva forma podría usarse para tratar muchos tipos diferentes de cáncer, desde tumores cerebrales como gliomas y meduloblastomas hasta cánceres de mama, colon, pulmón (EN LA FOTO), páncreas y tiroides, y posiblemente incluso ayudar a prevenir el cáncer en personas con alto riesgo.

Los inventores dijeron que esta nueva forma podría usarse para tratar muchos tipos diferentes de cáncer, desde tumores cerebrales como gliomas y meduloblastomas hasta cánceres de mama, colon, pulmón (EN LA FOTO), páncreas y tiroides, y posiblemente incluso ayudar a prevenir el cáncer en personas con alto riesgo.

Cuando a los ratones se les administraron dosis orales de polimorfo C, los investigadores descubrieron que el polimorfo C alcanzaba niveles suficientemente altos tanto en la sangre como en los tumores como para tener efectos anticancerígenos.

El equipo describió los resultados como “una mayor supresión de tumores” con “toxicidad aceptable”, lo que significa que el fármaco mató las células cancerosas sin causar efectos secundarios dañinos en los animales.

La patente también aborda un problema común en el tratamiento del cáncer: la resistencia a los medicamentos.

Algunas células cancerosas tienen “bombas” moleculares que expulsan los medicamentos antes de que puedan funcionar.

El uso de mebendazol C junto con un inhibidor de la glicoproteína P ayuda a que el fármaco permanezca más tiempo dentro de las células cancerosas, lo que aumenta su eficacia.

En pruebas con ratones que tenían tumores cerebrales agresivos, la combinación del polimorfo C y elacridar extendió la supervivencia en comparación con el polimorfo C solo.

Incluso después de una única dosis oral, el fármaco permaneció en el cerebro durante varias horas en niveles superiores a los necesarios para matar las células cancerosas en las pruebas de laboratorio.

Sin embargo, el tratamiento prolongado con mebendazol y elacridar provocó algunos efectos secundarios, incluida una pérdida de peso significativa e incluso la muerte en algunos ratones.

Investigadores de la Universidad Johns Hopkins han patentado una nueva forma de mebendazol, llamada polimorfo C, que puede funcionar mucho mejor contra el cáncer que las versiones disponibles actualmente.

Investigadores de la Universidad Johns Hopkins han patentado una nueva forma de mebendazol, llamada polimorfo C, que puede funcionar mucho mejor contra el cáncer que las versiones disponibles actualmente.

Esto sugirió que, si bien la combinación fue muy efectiva, en futuros estudios será esencial prestar especial atención a la dosis y la duración del tratamiento, anotaron los investigadores.

La gama de cánceres cubiertos por la patente es amplia e incluye tumores cerebrales, cáncer colorrectal, cáncer de mama, cáncer de ovario, cáncer de páncreas, cáncer de próstata, cáncer de tiroides, melanoma y sarcomas.

El desafío con el mebendazol tradicional ha sido la absorción inconsistente en el cuerpo, pero la nueva formulación del polimorfo C está diseñada para superar ese problema.

Un estudio preclínico reciente confirmó que el polimorfo C de mebendazol no solo alcanza niveles elevados en el cerebro sino que también se concentra eficazmente dentro de los tumores cerebrales, lo que mejora significativamente la supervivencia en ratones con gliomas y meduloblastomas.

Los investigadores también probaron la combinación del polimorfo C con elacridar, un fármaco que ayuda a que la quimioterapia permanezca dentro de las células tumorales, y descubrieron que esta combinación prolongaba aún más la supervivencia, aunque dosis más altas causaban cierta toxicidad.

Estos hallazgos proporcionaron evidencia concreta basada en laboratorio que respalda las afirmaciones de la patente de que el polimorfo C puede penetrar los tumores de manera más eficiente que otras formas, destacando su promesa como una potente terapia contra el cáncer cerebral.

Una de las razones por las que este descubrimiento es interesante es el largo historial de seguridad del mebendazol.

Aprobado a principios de la década de 1970, es bien comprendido por los médicos e incluso está disponible sin receta en algunos países.

Esto significa que los investigadores pueden centrarse en probar la eficacia contra el cáncer, en lugar de comenzar con riesgos de seguridad desconocidos.

Sin embargo, el equipo observó que el hecho de que el fármaco funcionara en ratones no significa que funcionará automáticamente en humanos.

Los médicos deberán determinar la dosis correcta, cómo la procesa el cuerpo humano y si interactúa de manera segura con otros medicamentos.

La patente describe formulaciones específicas, incluidas versiones granuladas, recubiertas o micronizadas, para ayudar a que el fármaco se absorba mejor, todas las cuales requieren un mayor desarrollo.

Si los ensayos clínicos pueden confirmar la promesa del polimorfo C, el mebendazol podría convertirse en un raro ejemplo de terapia contra el cáncer que sea eficaz, asequible y basada en un fármaco en el que los médicos ya confían.

Para los pacientes que enfrentan algunos de los cánceres más mortales, esta antigua medicina puede ofrecer un nuevo y sorprendente camino a seguir.

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