Después del deslucido empate en Belgrado, la selección nos brindó una competición buena y variada, dos ediciones, ambas victorias. Una gran noche para Luis de la Fuente que manejó con seguridad dificultades inesperadas. Para empezar, trajo al mejor equipo, rompiendo con la vieja costumbre de dar regalos a todos en estas salidas de doble jornada y descontar las bajas. Y el equipo que salió Con Rodry de nuevo al mando tras recuperarse de las molestias que le mantuvieron fuera de acción desde la final de la Eurocopa, ganó gracias a un magnífico Lamine y marcó temprano gracias a Joselu y Fabián.
Pero cuando Mbolo se escapó de la portería, Le Normand lo atrapó y fue expulsado. Nos quedan diez. Pensé en quitar a Nico que juega mal para traer a Vivian o Joselu que pueden salir mejor como profesor de gol. Esto es lo que suelen hacer todos los entrenadores, pero De la Fuente eligió a Petrie para desplegar al equipo en una formación 4-4-1. Suiza se adelantó y marcó un gol antes del descanso. Toda la segunda parte transcurrió adelante, con la diez de España, obligada a defender sin ella, con un equipo diseñado para quedarse con el balón. Feo panorama.
Pero el equipo tenía confianza y sacrificio, y Raya tenía un gran pie para hacer pases largos. Como Suiza no representaba ningún peligro más que en los saques de esquina, España esperó su oportunidad. Las transiciones por las bandas cansadas fueron acertadas y Raya puso un pase largo por banda a Ferran, que cabeceó elegantemente para darle el tercer gol a Fabián en Bota. Momentos después, un sublime pase cruzado de Joselu, impresionante durante todo el partido, se lanzó hacia Ferran, que marcó con seguridad. Dos mordeduras de cobra y Reafirma la dureza de un campeón 1-4.