Tengo un amigo sevillano, un amigo entrañable, al que le cuesta muchísimo levantarse de Despenaberos. Una vez, siendo muy pequeño, se aventuró a ir a Valladolid en invierno y contrajo una neumonía, por lo que decidió no volver a hacerlo nunca más. Si acaso, gracias al AVE recorre Madrid y sólo por motivos importantes. Cada vez que veo a Bettis en Europa este año me acuerdo de él. Parece increíble que el mismo equipo que empató al Barça y venció al Atlético pueda cometer errores tan garrafales en campos tan pequeños. Campeonato de la liga de conferencias, debería dejar una fuerte huella.
Y eso ocurrió también ayer, a pesar de que las cosas terminaron bien, lo que les permitiría acceder a dieciseisavos de final con tres puntos y quién sabe si ganarán en Sevilla el próximo jueves, incluso con el privilegio de jugar la vuelta en casa. Débil HJK finlandés. Pero Su agónica victoria por 0-1 contra el Petrocub de Moldavia anoche no mejoró el panorama de los días anteriores. Pobre primera parte, cambios, progresión y gol en la segunda y última dificultad, gol anulado al Petrocub vía VAR. Una sorpresa se considera buena porque les ayudará a mantenerse en carrera, pero Bettis tendrá que mejorar mucho para que valga la pena.
La Real despachó con seguridad al Dínamo de Kiev, antaño un equipo potente con Blokin y compañía, y que hoy sobrevive como puede en un país en guerra. El partido del domingo fue interrumpido debido a la amenaza de misiles. En realidad, estos puntos son una garantía de clasificación e incluso una esperanza de estar entre los ocho primeros. A falta de un partido de conferencia y dos de Liga de Campeones y Liga de la UEFA, es justo asumir que no sufriremos más bajas que el Girona. Para quien ya se temía que le vendría genial. Los otros seis seguirán. Como dice Laporta, no estamos tan mal.