El deportista, autor de dos libros de cuentos para niños, salió de París con su mejor clasificación en los Juegos: cuarto puesto en los 100 metros. Entre sus proyectos, la maternidad.

Sus bromas, su sonrisa y sus piernas “biónicas”, como la llamaban sus amigos a causa de la serie de los años 70, son excelentes tarjetas de presentación para niños con discapacidad. Sara Andrés (Madrid, 1986) es profesora de primariaAunque lleva cinco años de baja para dedicarse en cuerpo y alma al deporte, sigue siendo uno de sus mayores objetivos. al punto Para publicar dos libros, ¿Sabes quién soy? (Palabras de Agua, 2019) y ¿Sabes quién soy? juntos, mejor (Balabrás de Agua, 2021), con cuentos e ilustraciones creadas por el deportista para normalizar la discapacidad desde la infancia.. “Siempre quise acercar este concepto a través de videos, testimonios… Tengo cinco cuentos escritos y dos publicados, y el segundo es mucho más legible y es para niños más grandes. Sus personajes son niños con discapacidad y actúan como herramienta para transmitir diferentes valores”, comenta a AS.

Ella no es sólo una escritora. Incluso un modelo. Su fotografía en competencia ilustra un libro de texto francés para aprender español. No es de extrañar ya que su rostro es muy famoso en el deporte paralímpico español. De hecho, La famosa fotógrafa Annie Leibovitz lo tomó como inspiración. Para una campaña de Bupa, una multinacional británica de seguros y salud. “Trabajar con ella fue maravilloso. Nos fotografió a cuatro de nosotros, atletas paralímpicos, y la sesión fue fantástica. Es tan profesional como un pino. Todo quedó muy claro, en media hora conseguí la foto. Me regaló un libro dedicado a él”, revela.

Obtuvo esta discapacidad en 2011 cuando tenía 25 años. Un accidente de tráfico provocó la amputación de ambas piernas. Estaba inconsciente y apenas salió. Brillante. El olor a asfalto, el ruido, las luces. Despertó en la UCI con una nueva vida. La reconoció después de levantar la manta que la cubría en la cama del hospital. El shock inicial llevó a la rehabilitación (tres cirugías, un mes y medio en el hospital y nueve meses en silla de ruedas) y, de ahí, al deporte. Algo que ya había practicado antes de ese fatídico día. Su pasado incluía kárate, tenis, equitación… y necesitaba ayuda psicológica para afrontar y aceptar todo lo sucedido.

La discapacidad me ha enseñado mucho sobre quién soy. Eliminó mis inhibiciones. Es cierto que he pasado por cosas que físicamente no podía hacer, pero me he dado cuenta de que somos más fuertes de lo que creemos y tenemos capacidad de adaptarnos. Antes sentía la presión de ser la chica perfecta, la más guapa, la que tenía mejores notas… Creí que nunca iba a ser feliz con mi repentina discapacidad. Sales afuera y ves otra realidad. Te das cuenta de que la felicidad está en otras cosas que la gente no considera.”, asegura.

Dar un golpe de zoom

Sin embargo, ese no fue el único obstáculo que encontró en el camino. Tuvo dos tipos de cáncer, de tiroides (2015) y de piel (2016), y los venció. Por eso su debut en los Juegos de Río 2016, cuando finalizó quinto en los 400 metros, fue un festín. La pandemia y su mancha autoimpuesta en Tokio 2020, en los que no pudo disfrutar, acabó séptima sobre 100. Otro diploma. Entonces, el objetivo para París 2024 es recuperar ese lado Placer Terminó cuarto en los 100 m T64. “Recuperé mi entusiasmo, mi inocencia… volví a la esencia, tengo conciencia Lo viví como si fuera la primera vez otra vez.“, Reanudar.

La vuelta a sus orígenes se hace evidente en el rendimiento del juego. Sara ha alcanzado su mejor nivel en el deporte. “Estoy feliz. Todos queremos medallas, pero también tenemos que ser realistas, lo he dado todo. Dejé a los jugadores disfrutar de sus nervios y de esa inseguridad. Regresé de Tokio mentalmente agotada porque estuve un mes fuera de casa, aislada… Pensé que era mejor dejarlo pasar si sufría. En París me di cuenta de que todavía me estaba divirtiendo.“, analiza, para certificar: “Ésta es mi mejor medalla, hago lo que hago con mucho gusto. “Lo compensa todo”.

El subcampeón del mundo de los 100 metros planos en París 2023 tiene muchos planes por delante.. Es coprotagonista de un documental junto a tres deportistas. Detrás de la medalla, Y La serie animada se estrenará pronto. Así somosBasado en sus libros. Ella también tiene la idea de ser madre. y Los Ángeles 2028. “Me casé el año pasado y quiero ser madre. Ya es hora, aunque no hay prisa. Sucede como en el deporte”, ríe el deportista. Ama a los niños y su educación inclusiva. “A partir de los 5 años la discapacidad les sorprende y les asusta, por lo mismo ellos no la entienden, pero son compatibles y Lo aceptan rápidamente. “No es nada, cinco minutos”, bromea.. Ella es un gran ejemplo de que todo es posible. Practicaba surf, ciclismo, tenis, equitación, paracaidismo… nada podía arruinar su sonrisa. Esa es, sin duda, la mejor herramienta para abrir cualquier puerta y cualquier mente. Su medalla más valiosa.

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