CIUDAD DE MÉXICO – La esposa de un alcalde que fue asesinado descaradamente durante la celebración del Día de Muertos en el estado mexicano de Michoacán, plagado de violencia, asumió el miércoles el puesto de su esposo y prometió continuar la cruzada de su marido contra el crimen organizado.

Gracia Queiroz tomó juramento para suceder a su esposo, Carlos Manzo, como alcaldesa de Urupán, conocida como la capital del aguacate en México, luego de que el Congreso del estado aprobara por unanimidad la medida.

“Hoy vengo con el corazón roto porque se llevaron a mi compañero de vida, al padre de mis hijos, pero también con este coraje, con esta determinación de que se levantó para luchar”, dijo Quiroz durante su juramentación.

“No me van a silenciar… Voy a seguir sus pasos”, añadió, sosteniendo el sombrero de su difunto marido como símbolo de su movimiento.

Manzo, de 40 años, fue asesinado a tiros por un hombre armado encapuchado el sábado por la noche mientras asistía a una vigilia con velas en un ataque que provocó indignación nacional, en medio de críticas abiertas al gobierno federal por no hacer más para combatir el crimen organizado.

Momentos antes del tiroteo, Manzo pronunció un discurso ante la ciudad de 350.000 habitantes y se vistió como un esqueleto, llevando a su pequeño hijo en brazos.

Manzo expresó temor por su seguridad mientras hablaba en contra de los poderosos cárteles de la droga involucrados en el lucrativo comercio de aguacate y lima. Carlos Bautista, líder del Movimiento Independiente del Sombrero, que estuvo acompañado por Manzo, dijo a Reuters que el nuevo alcalde estaría protegido por al menos 14 agentes de seguridad.

“Esto es algo que nunca volverá a suceder”, dijo Bautista sobre el asesinato de Manzo, y agregó que algunos de los aliados políticos de Manzo también han recibido amenazas de muerte.

La fiscalía general de Michoacán no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre la presunta amenaza de muerte.

Hay un creciente descontento en Michoacán por la violencia que azota a la región, donde los productores de limones y aguacates han denunciado años de extorsión, secuestros y asesinatos vinculados a la violencia de los cárteles. Bernardo Bravo, líder del sector aguacatero local, fue asesinado en octubre.

El asesinato de Manzo desató violencia en Michoacán, incluso por parte de residentes que exigían justicia. En la capital del estado de Morelia, los manifestantes destrozaron edificios gubernamentales durante dos días consecutivos.

Las autoridades arrestaron a dos hombres en relación con el asesinato de Manzo y prometieron continuar la investigación. Shinbaum dijo que se reunió personalmente con Queiroz y el hermano de Manzo.

“Tienen razón en exigir justicia y llevar adelante esta investigación”, dijo Sheinbaum. Reuters

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