30 abril 2024

En la sociedad contemporánea, el acoso sexual ha dado paso al acoso moral

3 min read

En un mundo cada vez más marcado por la velocidad y la tecnología, nuestras relaciones sociales y la construcción de la sociedad misma se ven profundamente influenciadas. Claudiene Haroche, una destacada socióloga y antropóloga francesa, plantea esta perspectiva desde su enfoque transdisciplinario, investigando cómo los modales, comportamientos, sentimientos y la personalidad han evolucionado en las sociedades contemporáneas.

Haroche ha escrito obras como “Historia del rostro. Expresión y silenciamiento de las emociones. Siglos XVI-XIX” (1988, reed. 2007), “Sobre el futuro de la sensibilidad. Sobre los sentidos y los sentimientos” (2008) y “Tiranías de la visibilidad. ¿Ser visto para existir?” (2011). En una entrevista con BBC Mundo, Haroche expone su visión sobre cómo las nuevas tecnologías y la cultura individualista han transformado nuestra forma de relacionarnos.

En este mundo moderno, estamos más conectados que nunca a través de dispositivos como los teléfonos móviles, pero esta conexión tiende a ser superficial y carente de la profundidad de las relaciones humanas tradicionales. La sociedad nos empuja a estar ocupados constantemente, lo que nos impide reflexionar sobre nuestros sentimientos y afecta negativamente nuestra salud mental.

La pérdida de conexiones profundas se refleja en la falta de auténticos lazos sociales, lo que beneficia a los estados, gobiernos y al propio sistema actual. La cultura individualista del sistema neoliberal promueve la competencia en lugar de la colaboración, lo que debilita el tejido social.

Haroche también aborda la idea de la “sociedad líquida” de Zygmut Bauman, caracterizada por su constante cambio e incertidumbre. Señala que esta sociedad dificulta la introspección y promueve el conformismo, al tiempo que impide la libre expresión debido al acoso en línea y la cultura de la cancelación.

Las redes sociales juegan un papel importante en este escenario, ya que promueven la productividad constante y la mercantilización de la cultura. La hiperconexión y la aceleración de la sociedad hacen que sea difícil resistirse a estas presiones.

Haroche también aborda la diferencia entre sociedades cálidas, que fomentan relaciones cercanas y genuinas, y sociedades frías, donde predominan las interacciones superficiales y el anonimato. En la sociedad actual, la individualización y la falta de contacto cercano han creado una falta de protección y un sentido de desarraigo.

En este contexto, los sentidos, la sensibilidad y la percepción juegan un papel crucial. A pesar de la apertura y la conciencia corporal en algunas áreas, las reglas y restricciones sociales pueden limitar la expresión personal. Haroche aboga por una reivindicación del feminismo que proteja tanto a las mujeres como a los hombres, reconociendo la complejidad de las identidades de género y promoviendo una sociedad más equitativa y comprensiva.

En resumen, Claudiene Haroche ofrece una visión crítica de cómo la sociedad contemporánea ha evolucionado debido a la tecnología, la individualización y la falta de contacto cercano. Su análisis destaca la importancia de mantener conexiones genuinas, fomentar la introspección y promover una sociedad más comprensiva y equitativa.